TRAEMELO
Tantas veces el Alba hasta mis ojos llega,
otras tantas desde el fondo de mi alma
al Alba este ruego elevo
pretendiendo llegar hasta el coche en que viaja el Alba:
Tráeme:
el suspirar de su cuerpo
envuelto en truenos,
el color de su piel algo canela
en los destellos más radiantes,
la calidez de sus brazos y su piel
en el tibio despuntar del tierno amanecer,
en el color carne de esa nube
lo varonil de su cuerpo sea el encuentro,
el brillo intenso de sus ojos
en el destello de las últimas estrellas,
en el gemido del viento
su voz baja y melosa
llegando a mi oído algo caprichosa,
derramando en el sabor del cielo
el sabor de su cuerpo
con olor a sensualidad y desconcierto…
Pero tráemelo Alba
ahora y luego te suplico…
O apaga para mí el llegar del Alba…
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