ATARDECER
Y en el tibio atardecer me suelo extasiar
al ver tu desnudo tumbado hacia abajo
con el mismo celeste ahora grisáceo…
que muy lentamente desvaneciéndote va….
Y de pronto celoso se acerca un gran manto azuloso
cubriéndote va malicioso, despacio, muy lento, sin prisa,
dejándome inquieta, buscándote allá y viéndote acá…
con ansias te encuentro, me alegro un instante…
porque el inmenso celeste nuevamente se acerca
calmado, tranquilo, cual ser triunfador,
y oculta a mis ojos gran parte de ti… dejándome así,
y me suelo extasiar y me entibia la tarde
cuando llega la luna y el sol que se ausenta…
aunque no existan los cómplices la penumbra no está
y tu silueta se va dejándome estar.
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